En los meses fríos de invierno las bajadas de temperatura traen consigo la aparición de humedades superficiales por condensación que muchas veces se confunden con filtraciones o goteras. Este tipo de humedades, en ocasiones acaban con la formación de moho.
Los puntos donde más frecuentemente aparecen son en pilares de fachada, contorno de huecos, cajas de persianas, encuentros entre paredes y techos...
Son los denominados puentes térmicos, llamados así porque en ellos se produce una discontinuidad del cerramiento de la envolvente, haciendo que el elemento constructivo tenga un cambio de su temperatura superficial.
Las humedades por condensación aparecen en estancias donde la humedad relativa es alta, además hay poca ventilación y la temperatura de la superficie de las paredes o techos es baja. Por tanto, las condensaciones superficiales dependen de dos factores: de la temperatura de la superficie donde condensa y de la humedad relativa de la estancia.
Podemos aumentar la temperatura ambiente y tener una estancia con 21ºC pero a causa de los puentes térmicos, tener paredes o techos con 10º y por tanto, dependiendo del grado de humedad que tengamos podrán aparecer condensaciones. Las estufas de gas aportan un alto contenido de humedad, las plantas, los baños en dormitorios, secar la ropa, las personas, etc. Un buen Informe Técnico o el asesoramiento de un Arquitecto Técnico puede ayudar a la solución de los problemas.
La solución pasa por reducir la cantidad de humedad por medio de sistemas de renovación de aire. Estas máquinas extraen el aire en varios puntos de la casa a través de conductos. Este sistema de renovación consigue que el grado de humedad relativa sea bajo y junto una estancia cálida, que no condense y no aparezcan humedades.
En resumen, las ventilaciones automáticas son la mejor solución para conseguir la desaparición de las humedades por condensación.
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